Amigos
de La Tana, en Diciembre, el Paseo
de La Barra, entresemana, suele ser un lugar
apacible. Unos días nos deslumbra y sorprende el sol dándonos una visión paradisíaca de la zona, para, en pocas horas, tomar un tono
grisáceo y tristón, que invita a la lectura
y también al paseo.
Hablando de paseo,
precisamente en la interesante revista
digital Visión La Manga, en Rutas y Paisajes, nos ofrece un
simpático recorrido.
Claro que, después del paseo, conviene reponer fuerzas.
En Cabo de Palos, en diciembre, todo el mundo busca calamares
para hacerlos rellenos en las próximas
fiesta.
Iba a comentar que nosotros no habíamos ido de paseo, pero
me doy cuenta que el único que no se mueve casi, soy yo. Dionisio se da por las tardes unas caminatas por el sendero del faro y Javier, bien temprano por la mañana, se recorre todas las montañas de La Unión; ¡catorce
kilómetros en hora y media!.
Claro que luego prepara un
“petit aperitif” con unas alcachofitas
cortadas muy finas y bien fritas, un tomate
con habitas tiernas peladas y repeladas y un revuelto de chanquete –están empezando a pescar- con ajos tiernos.
Al día siguiente, como no
pudo salir al monte, pasó por la tienda y apareció con una escarola que parecía una mata salvaje, guisantes tiernos y buen
tomate con una lamitas de bonito
saldado que está de maravilla.
Y ya, con el fin de semana a la vista, hemos tenido
que catar –por aquello de estar bien informado- unas quisquillas que… bueno,
¡solo tenéis que ver la foto!
Fäviken
Magasinet, el
restaurante
en
ningún lugar
Hace unos días, Javier,
siempre atento a maravillas gastronómicas, como sabe que Lidia Damunt –prima suya- vive en Suecia, me señaló el link a esta
entrada donde podemos leer la interesante aventura que significa poder acceder
a disfrutar de una cena de la mano
de Magnus Nilsson.
No creo que mi hija
-¡seguro que le gustaría!- se anime a viajar los más de mil kilómetros que la separan de Malmö, donde vive.
A mí, sin embargo, y a
pesar de que no hago ni un kilómetro, lo de Magnus Nilsson si me recordaba
algo.
Finalmente di con ello:
apicius
mayo 2011
Extraordinario reportaje,
de la mano de Mattias Kroon y Anna Morelli, con fotos de Carles Allende.
Leemos en apicius:
“Desde
pequeño, Magnus caza aves como urogallos, becadas, o gallos de las praderas.
Ahora las sirve en el restaurante cada vez que puede, un lujo que a la mayoría
nos cuesta comprender, puesto que muchos cocineros tienden a pasarlos por alto
y no es fácil encontrarlos recién cazados. Además, entender la exquisitez de la
carne de esta aves desde la infancia también es útil si quieres cocinarlas
adecuadamente.”
serviola
con cigalas crudas y setas,
caldo
colado a través de una capa de musgo
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