viernes, 13 de diciembre de 2013

Magnus Nilsson


Amigos de La Tana, en Diciembre, el Paseo de La Barra, entresemana, suele ser un lugar apacible. Unos días nos deslumbra y sorprende el sol dándonos una visión paradisíaca de la zona, para, en pocas horas, tomar un tono grisáceo y tristón, que invita a la lectura y también al paseo.


Hablando de paseo, precisamente en la interesante revista digital Visión La Manga, en Rutas y Paisajes, nos ofrece un simpático recorrido.

Pinchar AQUÍ, para entrar en la revista, donde podréis seguir las instrucciones para el paseo.


Claro que, después del paseo, conviene reponer fuerzas.


En Cabo de Palos, en diciembre, todo el mundo busca calamares para hacerlos rellenos en las próximas fiesta.


Iba a comentar que nosotros no habíamos ido de paseo, pero me doy cuenta que el único que no se mueve casi, soy yo. Dionisio se da por las tardes unas caminatas por el sendero del faro y Javier, bien temprano por la mañana, se recorre todas las montañas de La Unión; ¡catorce kilómetros en hora y media!.


Claro que luego prepara un “petit aperitif” con unas alcachofitas cortadas muy finas y bien fritas, un tomate con habitas tiernas peladas y repeladas y un revuelto de chanquete –están empezando a pescar- con ajos tiernos.


Al día siguiente, como no pudo salir al monte, pasó por la tienda y apareció con una escarola que parecía una mata salvaje, guisantes tiernos y buen tomate con una lamitas de bonito saldado que está de maravilla.


Y ya, con el fin de semana a la vista, hemos tenido que catar –por aquello de estar bien informado- unas quisquillas  que… bueno, ¡solo tenéis que ver la foto!


Fäviken Magasinet, el
restaurante en ningún lugar

Hace unos días, Javier, siempre atento a maravillas gastronómicas, como sabe que Lidia Damunt –prima suya- vive en Suecia, me señaló el link a esta entrada donde podemos leer la interesante aventura que significa poder acceder a disfrutar de una cena de la mano de Magnus Nilsson.

No creo que mi hija -¡seguro que le gustaría!- se anime a viajar los más de mil kilómetros que la separan de Malmö, donde vive.

A mí, sin embargo, y a pesar de que no hago ni un kilómetro, lo de Magnus Nilsson si me recordaba algo.


Finalmente di con ello:
apicius mayo 2011
Extraordinario reportaje, de la mano de Mattias Kroon y Anna Morelli, con fotos de Carles Allende.

Leemos en apicius:

Desde pequeño, Magnus caza aves como urogallos, becadas, o gallos de las praderas. Ahora las sirve en el restaurante cada vez que puede, un lujo que a la mayoría nos cuesta comprender, puesto que muchos cocineros tienden a pasarlos por alto y no es fácil encontrarlos recién cazados. Además, entender la exquisitez de la carne de esta aves desde la infancia también es útil si quieres cocinarlas adecuadamente.”


serviola con cigalas crudas y setas,
caldo colado a través de una capa de musgo

Mar, montaña y bosque. Ese plato es una pintura del paisaje que rodea Fäviken. Un caldo de líquenes, setas y musgos, casi una infusión, que se sirve delante del comensal y se cuela a través de una capa de musgo. En el fondo del plato las cigalas crudas y las setas dan un contraste a la serviola apenas frita con mantequilla. Una verdadera poesía de sabores de tierra y de mar perfectamente combinados”.

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