viernes, 5 de agosto de 2011

Nuevo Salvador



Amigos de La Tana, estamos ya en agosto, el calor aprieta, pero en el Paseo de La Barra resistimos. Claro que es conveniente ir ligero de ropa, mantenerse a la sombra y procurar no deshidratarse; ¡muy importante!


Gregorio y Diego, en compañía de Dionisio, intentan valientemente  hacer frente al peligro que comentábamos; la deshidratación.

No se rinden fácilmente. Precisamente están sellando, de mutuo acuerdo, el compromiso de no agresión -verbal se entiende- fruto de las discusiones que se originan siempre que llegan a puerto y discrepan con Dionisio en que los salmonetes que pescan con su barco 


"Nuevo Salvador", son de tamaño "extra", o solo correntillos.



¡Cualquier cosa, son estos salmonetes!

Cierto que, para disfrutarlos, como para casi todo, hace falta una predisposición personal, ya no sabría decir si aprendida o innata.

Son muchas las ocasiones en que nuestros amigos que nos visitan, cuando tiene una de estas pequeñas maravillas del mar en el plato, la abren con el cuchillo y el tenedor y, al observar algunas líneas sanguinolentas, y pequeñas manchas oscuras -seguramente parte del hígado-, enseguida ladean la pieza, y finalmente queda abandonada en el plato.


Nécoras, cigarra de mar, bogavantes, almejas, chirretes, navajas y demás bichitos de este tipo, suelen tener un por ciento de aceptabilidad mayor y se chupetean trocitos, piezas y manchas cremosas sin más problemas.


La prima de riesgo se descontrola y nos tiene a todos preocupados. En el Paseo de la Barra, algunas caras nuevas si que vemos, pues hay que atender a los visitantes debidamente.


Incluso en la barra, además de los clásicos, vemos un nuevo colaborador. Además, sonrientes todos, pues Dionisio, después de muchos años, accedió finalmente a refrigerar la barra -aire acondicionado- para que agosto fuera menos duro.

  
¡Así se congelara -a nivel bajo- la prima de riesgo y pudiéramos terminar el verano tomando sangría, viendo pasar los barcos, y, por la noche, un "Gin tonic", aunque fuera solo de Beefeater, en el Tana DRINK.


Alfonso, Amigo de La Tana, y también de Dionisio, con quien suele mantener charlas, siempre cordiales,  deportista él -ciclismo, natación, footing- contempla asombrado en compañía de Javier,  las "caras nuevas".


Caras nuevas que no son precisamente las del equipo de La Tanasi no las de unas jóvenes que parecen salidas de una postal.


Inmejorable vista de Cabo de Palos, precisamente digna de una postal turística, es lo que van a tener en frente estos Amigos de La Tana, en cuanto se siente en su mesa.


Seguro que, en cuanto lo hagan, Dionisio les ofrece unos pocos raones fritos para picar, mientras esperan el arroz.

En 2008 descubrimos, en un artículo de Julia Pérez en Metrópoli, este pescadito. Y hoy, gracias a Dionisio, se pescan por esta zona, y los tiene casi en exclusiva en La Tana. ¡Milagros de Internet!
  

La  visita de nuestros amigos de Torres, no se puede tachar de milagrosa, pero nos ha comentado que nos enviaría unas botellas de


Atrium, chardonnay de Bodegas Torres, que, según nos adelantan, es una maravilla de blanco.

Hoy han tomado el clásico De Casta, rosado de Torres, que se toma casi sin sentir, como todas las cosas buenas.

Hace cincuenta años, los rosados en las cartas de vinos de los restaurantes eran; Torres, René Barbier, Las Campanas y alguno más.


Al poco de tomar la foto de nuestros amigos de Torres, se me acercó, muy decidida, Elena, la guapa jovencita que vemos en la foto, en compañía de Carmen y David, y me preguntó que por qué había hecho una foto.

Imagino que pensó que se trataba de famosos y, lógico, quería información. Le expliqué lo del blog y enseguida accedió a participar como Amiga de la Tana, con categoría junior. Confiamos en que, en su próxima visita, ya nos comentará lo que más le haya gustado de los platillos que le selecciones sus padres. Conocedores de su capacidad de observación, tendremos muy en cuenta sus futuros comentarios.


Hemos mencionado los salmonetes, el marisco y los raones, pero no por ellos debemos olivar las gambas rojas, que siendo también marisco, tiene su propio nivel particular.



Y las queremos, no como las preparan los estrellados artistas, de una en una, como si fueran joyas enmarcadas, sino por docenas  y a la plancha, como imaginamos siempre que las tomaremos cuando pillemos algún extra


Amigos de La Tana, os dejamos disfrutando del ir y venir de los barcos,


y, si os invitan a subir en uno, no lo dudéis. Embarcaros enseguida, repasar la nave, sentaros un ratito, tomaros un refresco si os lo ofrecen. Pero, ojo, de navegar nada. En cuanto suene el motor, ¡todo el mundo a tierra!

¡Nos vemos el viernes próximo!

6 comentarios:

  1. Hola Sebastian,
    Ando por aquí...que entrada más bonica has hecho hoy.
    Compré salmonetes en la pescadería ayer, estaban buenísimos y unas doradas del Mar Menor en plena forma y carne...Oye, los raones que no ratones aunque se le parece, tienen muy buena pinta, a mi todo lo que venga del mar me gusta...
    Bueno, lo mismo me paso a saludarte un día de estos y tomarme un pulpo estilo Tana en la barra refrigerada.
    Besicos mirando al Faro para todos los que os asomáis a mi ventana.

    ResponderEliminar
  2. Amiga Mari Carmen:
    Me alegra que te gustara Nuevo Salvador. En agosto no me da tiempo a salir al Paseo para tomar fotos y cuando me atrevo, el ambiente está tan caldeado que tengo refugiarme rápidamente en el interior.
    La semana pasada tuve suerte y algunas visitas me ayudaron a completar la entrada.
    Hoy también la he tenido y me han visitado unos amigos y amigas, en el comedor de arriba, frente al mar, con Superman incluido, y ya se me levantado el ánimo para el próximo post.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

    ResponderEliminar
  3. Querido Sebastián, que maravilloso es el mar, que lujo de pesca y abundancia hay por esas aguas. Yo aquí en esta ciudad donde vivo me cuesta tanto trabajo encontrar un buen lugar dónde comprar buen pescado.

    Te escribo aquí porque no encuentro un mail para ponerte esto, si quieres lo borras. Agradezco mucho la disposición de la publicación de mi pequeño hijo en tu blog de libros de cocina. Antes que nada valoro mucho el trabajo que te lleva hacer cada entrada, me gusta pero me parece un poco excesiva, creo que salen sobrando los dibujos que dan pie a cada mes del índice. Se pierde el contexto del libro: fotos, dibujo, receta, soneto. Yo sólo quitaría los dibujos, Creo que eso es todo, incluso la foto. Por lo demás con todo y receta de ceviche y lo que hablo de los chiles me parece bien.
    Recibe mi cariño y gratitud

    ResponderEliminar
  4. Amiga Carmen:
    Tu receta de Ceviche me ha descubierto el Pez sierra que no conocía y seguramente intentaré localizar detalles para mencionarlo en Frutos del mar.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt
    PD. ¡Dibujos eliminados!

    ResponderEliminar
  5. El pez sierra es un pariente de la macarela, sólo que su sabor es más suave, (por desgracia, a mí me gustan más penetrante el sabor), no tiene escamas y su piel es deliciosa. Cuando pido en la pescadería que me lo preparen para hacer cebiche (ceviche) le indico que no olviden guardarme la piel. Ya en casa la azó y a disfrutar.
    Un abrazo fraterno

    ResponderEliminar
  6. Amiga Carmen:
    Los de los peces es un tema complejo, pero que me encanta. Tenía pendiente lo de repasar el pez sierra y, ahora, ya tengo también en la lista la macarela que comentas.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

    ResponderEliminar