Amigos de La Tana, esto llega a su fin. Me refiero al 2011. Javier hace ya un par de meses que, de blancos y rosados, solo compra si son 2011, que, para los vinos, representa lo nuevo, lo fresco, con el sabor de la uva en boca y el aroma en la nariz.
Pero nosotros vamos ya a por el 2012. ¡Que horror de número! Recuerdo -parece que fue ayer- que en los tebeos, novelas, e incluso en las películas, cuando aparecía un tema de ciencia ficción, siempre nos sacaban los adelantos que íbamos a disfrutar en el año ¡2000!. Quién nos iba a decir entonces, que, además del 2000, llegaríamos al ¡2012! Claro que si hacemos caso de las teorías del doctor Gayelor Houser, que aseguraba cien años como mínimo para la especie humana, todavía me quedan más de veinte cifras que añadir.
De ilusión también se vive. Además, imagino que por esas fechas, se habrá superado ya el déficit...
¡Barco a la vista!. En diciembre, los barcos escasean pero hoy, para poder despedir bien el año desde el blog, ¡aquí esta!. Aguas de un azul maravilloso, sin olas, y la nave se desliza silenciosa y elegante y yo -supongo que los Amigos de La Tana también- feliz contemplado la maniobra.
Pruebas son amores. No soy el único que se ha interesado por una foto con el barco de fondo. Seguro que el amigo de la gorrita conseguirá un recuerdo del mes de diciembre; sentados al sol, viendo pasar los barcos. ¡Impagable!
Ceferino, en plena bonanza -climatológica- se permite dar la espalda al timón, "E la nave va".
Yoyi, para quien no pasan los años -new look, a la vista-, y todavía le faltan todos para los cien que mencionábamos, siempre atenta con los arroces (no obviemos el detalle de la cuchara que se ve junto a su mano izquierda; ¡hay que probar siempre!) que no suelen fallar.
Antonio, al que vemos observando el plato que tiene en la mano, seguro que está pensando; ¡qué maravilla de almejas al ajillo!
Claro que, por falta de material que no quede. No podemos fallar a los Amigos de La Tana.
Hoy viernes, el frío aprieta. Pero este sol que vemos lucir, anima a sentarse en el Paseo, y, los que tienen que pasar al interior, son los menos.
Además, los barquitos de los aficionados al mar, también se atreven y se dan paseos matinales, para regresar a la hora del almuerzo que seguro lo disfrutan mejor después de su baño de sol a bordo de su barco.
De todas maneras, el interior también tiene sus adeptos. Por ejemplo, los tres Amigos de La Tana, a quienes lesque les encanta tomarse el aperitivo en la barra y, de pasada, como estamos en fiestas, apretar los lazos de amistad e ir preparando la despedida del año adecuadamente.
Desde aquí les deseamos lo mejor para el 2012, ¡Feliz Año Nuevo!
El grupo que vemos, que no están dentro ni fuera, sino "bajo el toldo", también se merece nuestros mejores deseos para el año próximo.
Juan -no especifico posiciones, pues son los puntales de La Tana, y todos sabemos "Quién es quién"- Antonio, Carmelo, Ceferino y Antonio, vemos a todos ellos sonrientes y siempre dispuestos.
A mi me encanta ver pasar los barcos, pero el equipo prefiere fijarse en las sirenas; que haberlas haylas y cuando aparece alguna enseguida se dan cuenta y, cual si se comunicaran con un wifi inalámbrico, se alertan y está ojo avizor.
2012
¡Feliz Año Nuevo!