(Foto de Javier con su iPhone)
Jueves Santo, Procesión del Cristo de los
Pescadores
en Cabo de Palos
Amigos de La Tana, contra viento y marea, vamos capeando el temporal
y
hasta algún que otro barco vemos por aquí.
Dionisio
no falla, todo lo bueno que aparece por la zona, si puede, ¡a la vitrina!
Y
Javier tampoco se está quieto; que si tomatitos mucha miel, raf o lo mejor que pude conseguir -por cierto, ha
descubierto un filón en Los Belones,
donde consigue habas, guisantes, tomates, todo recién traído del huerto y prepara unos aperitivos
tremendos; ¡le encanta el tomate con
ventresca! Además, nos ha hecho catar L'Equilibrista Blanc 2011
y Ànima Negra ÀN/2 2010,
vino mallorquín con 92 puntos Parker.
Nos
ha visitado también Alicia, que en
lugar de quedarse en el País de las
Maravillas ha venido a vernos a La
Tana. Le encanta el Aupa Limón
-fresa no hay- para refrescar al final y nos ha dejado su sonrisa de recuerdo.
Los
locales de la costa nos pasamos todo
el invierno haciendo cálculos para
cuando llegue Semana Santa. Pues
bien, ya llegó y tocaron zafarrancho de
combate en la cocina,
en
las ensaladas... Vemos a Mimoun
cargando las cuquillo para terminar de preparar el Mojete murciano,
vemos
también a Ana ayudando con los pimientos rojos recién asados. Su
compañera, en cuanto ha visto la intención de la foto, ¡ha salido corriendo!
Hasta
nos ha parecido ver a Almodóvar, el gran
director, en El Paseo de La Barra.
Y
es que vemos todo con tanta ilusión...
Nuestro
amigo Pablo, de Guadalajara, sugiere
que le comentemos detalles de los alrededores
del Paseo de La Barra, durante nuestro recorrido,
a pie, hacia La Tana.
Me
parece una idea estupenda y, aprovechando que hemos aparcado frente al BBVA, comentaremos que en la década de los setenta se abrió esta
sucursal -BB entonces-, primera entidad financiera en la zona. Dionisio ocupó ahí su mesa de trabajo y
le dedicó sus buenos treinta años, actividad que compartía los fines de semana con La Tana, hasta que
finalmente tomó las rienda del negocio familiar.
Esto
viene a cuento porque uno de los postres
clásicos de La Tana, es el Bancobao,
que se compone de tocino de cielo y
un cucurucho con helado.
Cuando
el banco inició su actividad en La Manga, su equipo solía comer con frecuencia
en La Tana, local muy familiar ya en
aquella época y, al terminar la comida, cuando preguntaban por el postre, les informaban que lo único
que había -eran otros tiempos- era el tocino de cielo y algún helado. La banqueros, que siempre han sido potentes, enseguida decidieron que, si
solo había dos cosas, pues que les pusieran las dos. Y claro, cuando venían los
del banco, ya era sabido, de postre, ¡bancobao!
Javier Cegarra, nuestro amigo coleccionista de fotos
de La Manga, se enteró de que no pude conseguir el DVD de esta película y,
gentilmente, me la envió en un disco, lo que me ha permitido sacar unos vistas
para asombro de quienes no conocieron esa época.
Julio Iglesias en el Monte Blanco, con el
Club Náutico 2 Mares y La Isla del Ciervo a sus espaldas.
Cabo de Palos, en la terraza de Restaurante Miramar.
El Paseo de la Barra.
Camino
de la Cala del Pino.
En verano o en Semana Santa, la vitrina esa no desmerece lo más mínimo y La Tana y todo su equipo, ahí, al pie del cañón.
ResponderEliminarIncreibles las fotografías y después de todo no habrá pasado tantos años no? Tan grande ha sido el asentamiento turístico?
Felices pascuas amigos, esta vez, de Semana Santa.
Un abrazo
Buenas tardes Sebastián.
ResponderEliminarMe encanta ver el entusiasmo por el trabajo ¡ENHORABUENA! y como no me alegra ver capturas de La Manga de finales de los 60, las que has subidos son las que más describen la zona en el 68 son perfectas!
Un abrazo.
Javier Cegarra López
Amiga Viena:
ResponderEliminarTe agradezco, en nombre de todos, tu visita y buenos deseos.
¡Lástima que nos vamos a quedar sin poder probar tus Maravillosas Tartas y Monas de Pascua ! Nos apañaremos con nuestro vecino Busquets.
Un saludo,
Sebastián Damunt
Amigo Javier:
ResponderEliminar¡Siempre tan amable! Sin la película, no habría podido sacar las fotos.
Recuerdo perfectamente la sensación que producía estar sentado en la arena, encima del Monte Blanco, igual que vemos a Julio Iglesias.
Un saludo,
Sebastián Damunt
Buenas noches Sebastián.
ResponderEliminarQué envidia me das, solamente pensar que pudiste conocer aquello de esa manera que yo tanto admiro y mi única forma de conformarme es con mi afición jaja, y si encima recuerdas lo que sentía... no hay palabras. Tengo prevista una visita a La Manga este fin de semana, te avisaré a ver si te apetece que te invite a un café.
Saludos.
Javier Cegarra López
Hola Sebastián:
ResponderEliminarAnte todo, gracias por la mención, incluida foto, que haces a mi petición de la semana anterior. Desconocía la faceta de Dionisio como bancario, cambiando billetes y papeles por gambas y salmonetes.
Deduzco por las fotos que habéis tenido una Semana Santa a tope, ya que al haber hecho buen tiempo la afluencia de clientes ha sido masiva.
Me gustan las fotos que nos pones de los años 60 y 70. Es increible comprobar el cambio que han experimentado tanto La Manga como Cabo de Palos, incluido el Paseo de La Barra. Gracias por tus reportajes fotográficos.
Saludos para tí y para los amigos de La Tana. Buena semana.
Pablo, de Guadalajara.
Amigo Pablo:
ResponderEliminarEn Semana Santa, a poco que el tiempo acompañe, hay muchos visitantes por la zona.
La Manga era un arenal y Cabo de Palos un rincón muy bonito pero, ¡no se veía a nadie por la calle! Parecía un pueblo fantasma. Fuera de temporada, se entiende.
Un saludo,
Sebastián Damunt