viernes, 5 de abril de 2013

Pedro J



El Paseo de la Barra –lo vemos a través de los cristales-, poder estar al aire libre, frente al mar, es deseo generalizado.


También es cierto que, permanecer en el interior, tiene su encanto.


Y si la situación de las mesas nos permite disfrutar del paisaje exterior, mejor que mejor, excepción hecha de la posibilidad de inhalar mejores o peores humos.


Arriba, junto al ventanal, es zona exclusiva para Amigos de La Tana que conocen bien todas las posibilidades que se les ofrece para un ágape de calidad.


Antonio, por ejemplo, que siempre actúa en primera línea frente al mar, avistando barcos entre otra cosas, le vemos hoy desespinando unas doradas en el interior, seguramente empujado por un fuerte viento de lebeche.


A nuestros amigos les gusta la terracita frente al Paseo y mientras toman el San Isidro de Los Belones, postre local con ingredientes de la zona, sin que les falte el porroncito de moscatel y los frutos secos, se relajan contemplando los barquitos que entran y salen del puerto.


Barquitos que, en algunos casos, son los que consiguen que Dionisio pueda llenar las vitrinas para que, a los Amigos de La Tana, no les falte donde escoger.


Salmonetes, dentón y gallo pedro


Gamba roja y gallineta


Mújol, lecha y salmonete


Y Andrés, a pesar de que –supongo- no ha leído el libro de Adrià “Comida de la familia”, ¡zas!, pescado al horno para el equipo.    


Nuestro amigo Enrique está siempre dispuesto a ponernos los dientes largos. En este caso se trata de nuestras papìlas gustativas a las que se está tentando.

La Venta La Ossa es en este caso el objeto de deseo. Vino muy agradable al paladar, especialmente al final, ya con el queso y frutos secos.

Se ha comentado –entre amigos, se supone- la importancia del aspecto de la botella, que, al igual que ocurre con otras cosas, los libros por ejemplo, si te gusta la portada, lo coges… y la botella, si te da una sensación agradable, importante, casi, casi que algo si influye también en la apreciación del vino. ¿O no?


Andando por el puerto camino de La Tana, con las sugerencias de Pablo de Guadalajara muy presentes, cuando he visto las barquitas, se me ha encendido la bombilla.

Estos botes de nombres originales, AUX-ASTRID II, 1497 tn, CHOCHOLITA… han despertado mis recuerdos. Mi experiencia náutica no va más allá del manejo de los remos. En el puerto de Barcelona, años cincuenta, alquilaban barquitas y aprendí a remar. ¡Hasta girar sabia!, hundir el remo de la derecha en vertical y remar con el izquierdo para forzar el giro. No sigo para no aburrir, pero ganas me dan de subir y probar de nuevo.



En 2008 -¡cómo pasa el tiempo!- hicimos algún comentario sobre Pedro J., que nos ayuda con la informática y los números, siempre atento a los porcientos, los IVAS, y demás historias contables.



Su afición a la bici no es un secreto para nosotros, que conocemos sus salidas, carreras y demás acciones –desde luego, en forma si está- que le ocupan los fines de semana y siempre quedamos algo en suspenso, pues sus recorridos suelen ser por montañas, caminos que podríamos llamar de “cabras”, con muchas rocas, barros, y siempre terrenos accidentados…

Pero lo que queremos señalar es que hemos descubiertos que se ha convertido en un experto peliculero, o como quiera que se llamen los hacen las películas. Quiero decir filmar con la cámara y luego ponerle la musiquita y los títulos.


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Ahí os dejo uno de sus últimos trabajos.


4 comentarios:

  1. Sebastián, siempre es un placer leerte.
    El título me ha descolocado, "Pedro J", me alegro que no fuera el del Mundo.

    Un abrazo y hasta pronto.

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  2. Amigo Thornton:
    En alguna ocasión he leído el editorial de El Mundo que firma Pedro J. Ramírez, pero de ahí no paso.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

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  3. Yo creo que Andrés sabe lo que hace y que vuestro equipo, come mejor que el del Sr. Adriá. Y que me perdone, pero es lo que hay, a el lo puedo apreciar por todo lo que significa, pero a vosotros os quiero directamente y punto.
    La gamba roja se sale del cuadro como se suele decir y esta vez, el paseo de la Barra está repleto, qué alegría verlo así, tan concurrido.
    Un abrazo Sebastián, capitán de ese estupendo barco.
    Nos vemos.

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  4. Amiga Viena:
    Tus comentarios, siempre positivos, son la alegría del blog. El Paseo de la Barra espera tu visita.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

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