Mohamed Moussa

La semana se inicia con alegría. Por la mañana agua, al mediodía sol y por la tarde viento. Vemos entrar un barco y, sin casi darnos cuenta, le acompañamos en su majestuoso desliz sobre el agua. ¡Me encanta verlos!

Los valientes pescadores tampoco fallan, y no nos faltan golosinas para los Amigos de La Tana, que llegan dispuestos y en seguida inquieren, seguros de que no les vamos a fallar:

-¿Qué tenemos hoy de bueno?

La semana pasada nos visitó Eduardo Martín y, ¡oh sorpresa!, sus amigos -expertos gourmets- han aprovechado su visita al Paseo de La Barra -bueno, una brisa algo fresca los ha empujado hasta el interior- para, de parte de Eduardo,

acercarme algunos ejemplares de Planeta Vino, en los que aparecen escritos de Martín Mazas, quien amparado por su extraordinaria colección de libros de gastronomía, nos deleita y asombra con sus escritos de tema enológico.

Quién también nos asombra es Mohamed Moussa, amigo y colaborador desde hace ya años, que, si bien es marroquí, podríamos pensar que es japonés por lo bien que se maneja con los frutos del mar. Lo mismo le da que sean grandes,

que pequeños y sin miedo a pincharse con las arañas, ni con las ratas, ni siquiera con los cabrachos, que también tienen muchos pinchos.

Y para terminarlo de arreglar, nuestro amigo Mohamed, esta terminando ya el curso Manipulación de pescado y marisco fresco. Los Amigos de La Tana pueden estar confiados que, a pesar de que no usamos fugu, lo cual ya es una garantía, las capturas que llegan a Cabo de Palos, y de ahí a sus manos, las prepara con delicadeza y cariño, para que nuestro chef, Cañete, las disponga  a gusto de los visitantes.

¡Tentaciones!

Y con la visita de Román, felizmente acompañado de su esposa, quien  también consiguió asombrarnos -nos referimos a Román- con sus 80 cumplidos, según nos dijo y a quien esperamos seguir atendiéndoles dos o tres décadas más, nos despedimos hasta el día 13. ¡Ojo, que será viernes y 13!.

¡Nos vemos en el Paseo de la Barra!