Dionisio,
siempre alerta, me ha acompañado hasta el puerto para que tuviera ocasión de
contemplar las últimas capturas. ¡Una
cherna de 61 kilos!. No llegamos hasta el MERO
GIGANTE, pero al menos se intenta.
Rafael Fuentes,
el me ha dicho:
-A doce millas de la costa y a 140
metros de profundidad, hemos localizado la pieza.
Pescado que, a pesar de sus
kilos, Pedrín -con la camiseta roja- maneja con cierta soltura, lo que tiene su aquel.
Dionisio
mantiene las vitrinas con buenos
pescados, pero sin excederse en kilos, que luego las básculas se resienten...
El
Paseo de La Barra sigue siendo un lugar muy agradable y
ahora en agosto el tráfico de barcos,
lanchas, yates, motos de agua y demás sistemas de navegación es un continuo
lo que, cuando menos a mí, me resulta muy agradable verlos entrar y salir. No
lo puedo remediar, ¡me encanta!
Marina,
en compañía de su Quique -Quique
y Marina, Amigos de La Tana y
protagonistas del blog ya en 2009- y ante la pequeña reunión de importantes, manifestó
el deseo de fijar recuerdo de la reunión.
Foto
de Juan desde su Iphon
¡Los
tres mosqueteros!, a saber: Juan, Temprano y J. Pedro
Juan nos ha enviado una
foto, pues nos ha visitado Temprano, antiguo colega del equipo de La Tana y que ya presentamos
en blog en 2009. Como el que prueba repite, no ha querido perder la
ocasión.
Lo de TRES, ha sido una señal. Resulta que tenemos "tres de tres".
Tres
son nuestros amigos de la foto, foto que ha quedado redonda. Siempre las repaso con el PhotoShop para poner, quitar, mejorar... pero en esta ocasión, ¡es
que está perfecta ! no puedo tocar nada. Bueno, si, en el suelo, en la parte
izquierda se ve un papelito que podía borrar, pero al final ni me atrevo.
Y vamos con el
TERCER equipo. ¡Tres amigos!, importantes
los tres y también clásicos del
blog. Y es que los Amigos de La Tana,
son siempre bienvenidos.
Nos ha dicho un pajarito que nuestros amigos de EL MOSQUI, clásico de Cabo de Palos,
recientemente actualizado, se adjudicó la
cherna gigante. ¡Buen caldero y buenas supremas de fino sabor!
Amigos
de La Tana, el agosto es caluroso pero el Paseo de La Barra, con la brisa marina, nos consigue una estancia
agradable que nos permite picotear
cositas ricas y refrescar con burbuja
o sin, pero siempre a gusto nuestro.
¡chin
chin!
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Por fin parece que puedo comentar en los blogs ¡o eso creo! tocaré madera, no vaya a ser que no.
ResponderEliminarBueno Sebastián, impresionada me he quedado con esta cherna, que por cierto, yo habría llamado dentón, que no es lo mismo, pero creo que bastante parecidos y no es que yo defienda que sea dentón, sino que no conocía el nombre de cherna hasta que he mirado en la wiki ahora mismo.
Tengo en el recuerdo todavía un dentón que mi padre pescó en la playa de La Zenia, hace muchos años y que seguro que no tendría 40kilos, pero que en mi cabeza tengo que era así de grande, como esta cherna que nos has mostrado. Qué hermoso pez verdad?
Ha sido como siempre un placer pasar por aquí.
Un abrazo.
Amiga Viena:
ResponderEliminarMe alegra que tus comentarios aparezcan en Amigos de La Tana. Tu avatar, que en este caso -igual que en el mío- es tu imagen, ilumina el blog y nos mantiene a la espera de su aparición.
La cherna, a efectos culinarios, podríamos decir que es mero. Cuando es de tamaño grande, como el de la foto, se cortan supremas que, a la plancha, con un frito de ajo y guindilla por encima, está riquísimo.
Un saludo,
Sebastián Damunt
Pues ahora quedo más confundida Sebastián, porque yo entiendo que es el denton el que es igual al mero, porque de hecho, se llama mero denton, pero la cherna se diferencia. Según he leído, en los ejemplares pequeños el mero denton se distingue muy bien de la cherna por el color, que en el mero, es más vistoso por las bandas trasversales que tiene, pero cuando se trata de ejemplares tan grandes, el color ya no sirve para la diferencia. Para entonces la diferencia es una especie de depresión en la cabeza, antes y después de los ojos, que tiene la cherna y que en el denton no existe, el mero tiene la cabeza con la curva de una vez, digamos,más uniforme. También leí que el número de crestas, es mayor en el mero. Bueno, todo esto tampoco quita para que el mero y la cherna sean iguales en la mesa. Seguro que con esos ajitos, debe estar de muerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amiga Viena:
ResponderEliminarEn la entrada de hoy -Restaurante Wellbeing- he puesto cuatro fotos. Ya me darás tu opinión.
Un saludo,
Sebastián Damunt