viernes, 20 de agosto de 2010

La rumba que llegó del frío y Aterrizaje a traición


Amigos de La Tana, la tercera semana de agosto y se desata la tormenta. Lluvias torrenciales que causan desastres. Afortunadamente en el Paseo de la Barra, solo fue la incomodidad de  no poder disfrutar de la terraza al aire libre. ¡Todos al interior! Y claro, si nos descuidamos no caben. Hasta el nuevo Salón Privado hubo que habilitar.


El viernes pasado -antes de la tormenta- nos visitaron dos Amigos de La Tana, Mari Paz y Eric, que suelen hacerlo de año en año. Les perdonamos lo espaciado de sus visitas, ya que en realidad viven en EEUU, lo que complica algo su intención de repetir.

Mari Paz está terminando un libro de gastronomía, del que esperamos -ansiosos- conseguir un ejemplar para nuestra biblioteca. Eric -botánico él- ha descubierto una nueva planta que -galante- ha bautizado con el nombre de Mari Paz. Nosotros -para no ser menos- le hemos regalado la receta para hacer un buen caldo de pescado, que al parecer le interesaba.

Eso sí, con la promesa de que, si descubre alguna nueva planta -marina, claro- le ponga el nombre de La Tana.

  
La rumba que llegó del frío y Aterriza a traición, son los dos libros con que nos obsequió su autor, gran Amigo de La Tana. En La rumba que llegó del frío, el Paseo de la Barra no es personaje principal de la historia, pero sí centro de encuentro de los protagonistas. Detalle que debemos agradecer los cabopaleros.


Antonio Capel Riera, nos ha ofrecido los libros precisamente para festejar que son los dos ¡2ª edición!. Sabemos de buena tinta que va a por el Premio Planeta.
  
  
Flan de huevo al caramelo, postre casero, mantiene un nivel alto de demanda y cada dos o tres días hay que reponer existencias, de lo que se ocupa con interés el equipo de La Tana.


Cabopaleros de toda la vida, como suele decirse y que recientemente  por cuestiones familiares se han trasladado a Madrid. Como vemos en la foto, no resisten la tentación de visitarnos, lo cual nos llega de alegría.

No olvidamos tampoco sus empresas -de la época de Carles-  de Cartagena -Decorama y Textirama- que nos ayudaron a decorar nuestros primeros habitáculos en la zona.  


El temor a la lluvia -el jueves- consiguió también que el Salón de Fumadores, con su aire acondicionado que refresca y aclara el ambiente,  atrajera buena parte de los Amigos de la Tana desplazados del Paseo de la Barra, por riesgo de tormenta.

  
Tres amigos, podría ser el título de esa foto en la que nos sonríe,  dominante, el rey de la informática. En el centro, de verde, el capitán del barco y, a la derecha, el jefe del puerto en funciones.


Lunes 16, no existía aún alarma de tormenta y el Paseo de la Barra estaba concurrido, lo que siempre es motivo de alegría para todos.


El sábado pasado nos causó gran sorpresa y no menor emoción, recibir la visita de tres exquisitos gourmets. Gallineta de Cabo de Palos frita con unos pimientos de Padrón -unos pican y otros non- es lo que vemos en la fuente de los comensales. La gallineta, rascasa, cabracho o como queramos llamarla, el caso es que, de unas décadas a esta parte, este pescado ha ido subiendo de nivel, y hoy es uno de los más cotizados en la zona. Bien lo saben nuestros Amigos de La Tana, y son muy capaces de hacer una loa detallada sobre el mismo, en su magnífico blog, THORNTON CLUB, que por cierto tiene casi más comentarios que el mismísimo Maribona.
  

Otra imagen del nuevo Salón Privado, durante el jueves tormentoso, cuando se iniciaba la recepción de refugiados de la tormenta exterior, con ánimo de disfrutar de un arrocito sin problemas meteorológicos y al abrigo -es un decir- del aire acondicionado ya que, a pesar del nubarrón, el calor apretaba. 

  
El sábado 14 también -día movido-, recibimos a dos generaciones de Amigos de La Tana. El joven de la derecha, cuando era jovencito, tanto le gustaba el tocino de cielo, que inventó un nuevo modelo de ración: ¡King size! , o sea: ¡bien grande!
En sus frecuente visitas, siempre nos lo recuera: ¡bien grande!
-Es que me gusta, dice.

  
Después de la tormenta, viene la calma. Dicho común al que todos solemos refer¡rnos cuando nos conviene.
¿A que se ve relajante?


Así de relajados y satisfechos, vemos a estos Amigos de La Tana, dos parejas "seniors", que bien podrían ser "juniors", que nunca se sabe.

El Paseo de la Barra les ofrece buen clima, mar azul, sin oleaje, y confiemos en que lo que está por venir -las cositas de picar- sea de su agrado.

*  *   *




Amigos de La Tana,

nos vemos ya el próximo viernes, que será prácticamente el

¡Fin de agosto!





4 comentarios:

  1. ¡¡¡Sorpresa!!!
    A esos tres exquisitos gourmets los conozco,ja,ja,ja.
    Pero, qué fotogénicos que son y que buen apetito tienen...
    Mañana voy por allí a comernos un calderico con mi familia que han venido de fuera...
    Besicos salados

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  2. Amiga Cabopá:
    Te agradezco el comentario, la visita y el saludo, que me ha permitido conocer a la "Fotógrafa de la Felicidad", como leemos en el Thornton Club.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

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  3. VIERNES 20 AGOSTO A LAS 21 HORAS LLEGAMOS AL RESTAURANTE "LA TANA" 8 PERSONAS PARA CENAR DONDE CREIAMOS ERA UN BUEN RESTAURANTE, NOS SENTAMOS EN LA TERRAZA,EMPEZO A LLOVER FUERTE Y DEBAJO DE NUESTROS PIES HABIA UN RIO, TUVE QUE SALIR SALTANDO POR LAS SILLAS, NOS DIJERON QUE DENTRO NO PODIAMOS ENTRAR, NOS TRATARON PEOR QUE A PERROS, TODOS INCLUIDO EL DUEÑO.
    SOLO TENIAN QUE SOLUCIONAR EL PROBLEMA PERO CLARO ERAMOS CLIENTES DE PASO.
    POR LO QUE MIS COMENTARIOS A TODOS
    MIS AMIGOS ES QUE NO VAYAN ALLI NUNCA.

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  4. Amigo Mponferrada:
    Le agradezco su comentario, a pesar de que nos saca los colores. Siempre es bueno y positivo que, cuando hacemos algo mal, nos hagan partícipes del problema.
    Las tormentas hunden los barcos y, aunque el Paseo de la Barra no es un barco, si se nos inunda la cubierta, hasta el capitán se puede alterar -no debería- pero a los humanos nos pueden en ocasiones los nervios y nos azoramos y descontrolamos.
    Sería mi deseo intentar recuperar la buena opinión perdida y, quizá, si, un día sin tormenta, por la mañana -por las noches no estoy- les acomodara visitarnos, me encantaría saludarles y tratar de desagraviar lo que ese viernes que comenta no supimos hacer; darles buena acogida y platillos de su gusto.
    Un saludo,
    Sebastián Damunt

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