El fin de las fiestas e inicio de la cuesta

Domingo, día 10 de enero de 2010

La previsión de temperatura para hoy era de “mucho frío” en todos los medios y, efectivamente estábamos todos asombrados de la baja temperatura que se respiraba en la calle. Pero, ¡oh milagro!, el sol estaba radiante y, a pesar del intenso frío, los visitantes resistían en el Paseo de La Barra.

Un buen arrocito, siempre ayuda a combatir las bajas temperaturas.

Aunque algunos Amigos de La Tana, prefieren recogerse en el interior, pero, eso sí, con la vista puesta en el mar.

Ahí disfrutamos viendo venir los barcos, que siempre nos sorprenden con sus capturas.

El besugo es poco habitual por esta zona, pero en esta ocasión aparecieron unas piezas estupendas. En Madrid es -bueno, a lo mejor era, porque últimamente solo se habla del atún- muy apreciado, o ese es el recuerdo que tengo. Será por que lo comí en el Restaurante Ruperto de Nola, que coronaba el edificio Torres Blancas en Madrid. No se si existe todavía, pero el recuerdo que tengo -del local y del besugo- es imborrable.

Podemos ver a Paco, frente a la puerta del horno, pendiente del momento en que tiene que sacar –en su punto- la fuente del besugo.

Se lo preparamos al horno, a unos Amigos de La Tana, y quedaron encantados.